top of page
No hay etiquetas aún.

BÚSQUEDA POR TAGS: 

POSTS RECIENTES: 

SÍGUEME:

  • Facebook Clean Grey
  • Twitter Clean Grey
  • Instagram Clean Grey

Sobre 'Crónica del desamor'

Comienzo esta serie de reseñas con esta novela, la primera que escribió Rosa Montero.

Después de haber comenzado una N cantidad de libros este año, no había podido terminar el primero, entre la llegada de mi bebé, el trabajo, cursos y más cosas. El año de menos lectura, luego de que estaba acostumbrada a acabarme un libro en un santiamén, pero bueno llegando ya al grano, era justo y necesario para mí volver a la lectura. Lo hice con este libro de 1979 de Montero, una novela que compré a la carrera para que la autora me lo firmara en una versión del Hay Festival en Cartagena. Solo hasta este año pensé en leerlo.

'Crónica del desamor' cuenta varias historias de la generación en España que vivió la transición, luego del Franquismo, en los años 70, y que vive en la desazón total: que ya no cree en el amor, ni el matrimonio, ni en el mundo laboral, ni en nada. Tienen una gran desidia frente a la vida, son una generación agotada, angustiada, cansada de sí misma. Por eso, en este libro no encontramos una historia de desamor, tras una relación u amor roto, sino que son muchas vidas rotas: la mujer que pierde la virginidad de una forma aburrida e ingrata; Ana, madre soltera, quien trabaja en un periódico; la mujer recién divorciada, la que anhela dejar a su novio, pero no puede, porque a él le da cáncer; la que vive enamorada de jovencitos; la viuda; la que se va a la India y se pierde allí. Rostros de mujeres, del desamor en su época.

Es un libro para comprender más a la mujer, aunque 30 años después Montero hace el prólogo para este libro, que se sigue publicando, y afirma que hay muchos esquemas y un feminismo un poco forzado. Sin embargo, es una novela que nos acerca a estos micromundos femeninos, y que nos deja enseñanzas sencillas y sin grandes pretensiones.

Les dejo uno de los párrafos que más me gustó en este libro: “Quizá es que durante mucho tiempo ha confundido la liberación de la mujer con el desprecio hacia la mujer misma: la liberación pasaba por la mimetización con el sexo del poder, había que adoptar valores masculinos, copiar al hombre, repudiar la identidad de hembra. Elena, ahora, ha descubierto en su cuerpo el orgullo de saber que puede parir, si quiere, y que no es una servidumbre. Ha descubierto el orgullo de reencontrarse como sexo”.


bottom of page