top of page
No hay tags aún.

BÚSQUEDA POR TAGS: 

POSTS RECIENTES: 

SÍGUEME:

  • Facebook Clean Grey
  • Twitter Clean Grey
  • Instagram Clean Grey

El día que dejé de ser soltera

A punto de cumplir 30 años y después de muchos intentos fallidos por encontrar al “amor de mi vida”, me senté a recordar, llena de tristeza y frustración, a los hombres que habían pasado por mi vida y se habían ido. Siempre habría creído que mi realización en la vida, aparte de desarrollarme profesionalmente, sería encontrar un hombre que me amara y al cual amar para casarme y poder formar un hogar junto a él, y me llenaba de agobio pensar que ya estaba grandecita y que no estaba ni cerca de encontrar a ese “amor de mi vida”.

Crecí viendo películas de Disney (de las de antes, donde la princesa necesitaba ser rescatada por un príncipe), viendo telenovelas y escuchando canciones que hablaban de amores imposibles y dolorosos… estaba programada para sufrir por amor y para sentirme incompleta sin un hombre a mi lado; un día cansada de sentirme fracasada e incompleta, de repente (mentiras, no fue de repente, sino después de mucho tiempo, desamores, encierro, reflexión, meditación, películas, góticas de Rescate, libros de superación personal y otros libros que trataban sobre cómo intentar ser una “cabrona” para que un hombre me quisiera, o cómo superar una tusa entre otros temas por el estilo…), me di cuenta que estaba completa, que no me faltaba nada ni nadie, que mi soledad y “soltería” eran en cambio una verdadera oportunidad para aprender, crecer, ser independiente y feliz.

Ese día me pregunté ¿necesito de una pareja para respirar, para amar y sentirme amada, para viajar, para desarrollarme profesionalmente, para aprender cosas nuevas y hacer nuevos amigos, para desarrollar mis talentos, para sentirme útil y ayudar a otros? la respuesta fue NO.

La verdad es que no necesitamos tener pareja para desarrollarnos y ser felices, somos afortunadas de haber nacido en esta época y en este lugar, podemos elegir, votar, estudiar, viajar, hacer voluntariado, meditar, aprender cualquier cosa, cantar, pintar, escribir, vestirnos como queramos, renacer y transformarnos las veces que lo necesitemos; ya podemos adoptar hijos como mujeres solteras o inseminarnos, podemos ser presidentas, ministras, embajadoras, directoras y gerentes, podemos ganarnos un beca para estudiar o pedir crédito para hacerlo, crear un negocio o una fundación, podemos adoptar un perro o un gato, comprar nuestra propia casa ¡y no necesitamos de una pareja para hacerlo! Así que ¿qué sentido tiene seguir sufriendo porque no se tiene un hombre al lado?

Hoy, agradezco a cada uno de los hombres que quise y que me dejaron, fueron verdaderos maestros porque me permitieron estar sola y conocerme a mí misma, saber qué me gusta y qué no, y entender que yo soy el único amor que siempre tendré y que no tengo que buscar mi media naranja porque soy un ser completo.

Y así fue como un día, con casi 30 años, dejé de ser soltera, no porque consiguiera un novio, sino porque nunca más me volvería a etiquetar a mi misma como soltera y en cambio, desde ese momento, me vería a mí misma como una mujer completa y capaz de lograr lo que se proponga, con la certeza de que el amor está en todo: en sí misma, en la familia, en los amigos, en su mascota, en su espiritualidad, en su trabajo, proyectos, sueños y hobbies, porque el amor no es exclusivo a una pareja sentimental.

Solteras, ennoviadas, comprometidas, casadas, en unión libre, divorciadas, viudas o en una relación poliamorosa, ¡no importa! lo importante es que todas lo somos mujeres completas, todas podemos ser felices y todas podemos cumplir nuestros sueños y realizarnos con o sin pareja.

bottom of page