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Aquella casa enorme,
la de mis sueños
Gigante e indescifrable
Apacible
Oscura y a la vez llena de luz.
En ella todo es posible
Tiene miles de cuartos
Allí viven todos y nadie
Mis amigos, mis extraños.
Sus infinitas salas
Su olor de ensueño
Su calor de hogar
Aquella sala en especial donde entra la brisa de la tarde
Y viejas hojas de arboles la atraviesan.
Sus techos son de una madera estable y fuerte
Me hacen sentir en un hogar
Cada vez que sueño y la descubro más.
Sus anchos pasillos y escondites
me llevan a nuevos lugares habitados y deshabitados
Su profundidad en medio de su pequeñez. Me gustan sus escondites.
Cada vez que estoy en ella soy feliz como un gato mimado.
Es antigua y reservada. No sé sabe en dónde se encuentra,
Pero es bella y cada vez la descubro más.
Me permite querer cambiar de cuarto cada vez que la veo.
Encontrar nuevos sitios en medio de su construcción perfecta.
Voy de un lado para otro viendo enormes techos, pisos en maderas, lámparas redondas que me cubren la cabeza.
Sus techos son triangulares, sus infinitos pliegues
La sucesión de cuartos, la sensación de cálido,
En ella está el hogar que solo encuentro en sueños.